Todos los animales somos seres sintientes. Los cerdos, las vacas, las gallinas, los peces y muchísimos otros animales tienen emociones: experimentan amor, miedo y pena. Reconocer la inteligencia y el mundo emocional de los animales nos ayuda a sentir y expresar empatía y compasión.
No es una novedad: el sufrimiento animal, a costa del consumo humano, es devastador. Una alimentación que rechaza los alimentos de origen animal ayuda a evitar el sufrimiento, el maltrato y la matanza de millones de animales por año.
La evidencia que apunta a que una dieta basada en plantas brinda numerosos beneficios a nuestra salud, es cada vez mayor. En ocasiones puede prevenir y hasta revertir algunas de las enfermedades más comunes de la actualidad. Numerosas organizaciones de todo el mundo avalan la dieta vegana en todas las edades y etapas vitales.
Cuando abrazas el veganismo, afinas la conciencia sobre cómo impactan los alimentos en tu organismo (y en todo lo que te rodea). Las verduras, frutas, legumbres, cereales, frutos secos y semillas contienen verdaderos aportes nutricionales que pueden incrementar tu salud y tu bienestar a la máxima potencia.
En los últimos años, muchos estudios han indicado que una transición hacia una dieta basada en plantas es necesaria para nuestra supervivencia como planeta. La ganadería genera grandes amenazas al medio ambiente: emite gases de invernadero, deforesta zonas silvestres y derrocha el agua. El veganismo permite accionar concretamente para salvar la biodiversidad y hacerle frente al estado de emergencia climática de la Tierra.
El cuerpo no necesita carne animal, necesita proteína. Abrazar el veganismo permite entender que comer animales es una cuestión cultural. El carnismo y el especismo nos iluminan y ayudan a entender por qué comer carne es una elección y no una necesidad.
Un nuevo modelo de alimentación que cubra las necesidades nutricionales de las poblaciones y no dañe al planeta, por ahora, comienza con la alimentación basada en plantas. A su vez, ya existen nuevas tecnologías que buscan producir proteínas no animales y una enorme variedad de sustitutos de la carne, huevos y lácteos. El veganismo es una forma de pedir por un modelo alimentario sustentable, ecológico y compasivo.
Los granos y cultivos destinados a alimentar al ganado podrían alimentar a las poblaciones hambrientas del mundo. Es contundente: sin cambios en las prácticas de criado de ganado actuales, no será posible alimentar a la población mundial en las siguientes décadas.
Los alimentos que adoptamos al seguir un estilo de vida vegano mejoran el sistema inmunológico, cardiovascular y digestivo. También nos ayudan a evitar enfermedades crónicas y enfermedades transmitidas por los animales.
Las comidas veganas son una fiesta de sabores. En las plantas encuentras todos los nutrientes esenciales (¡a excepción de la vitamina B12, que tienes que suplementar!). Pero, además, diversificas tu paladar y descubres combinaciones, especias y condimentos que son una delicia.